La gran transformación digital es tan relevante no sólo para los amantes de la tecnología, sino también para las economías más avanzadas del mundo, las de OECD, y que se juntarán entre el 21 al 23 de Junio en Cancún en la primera reunión ministerial de “Economía Digital: Innovación, crecimiento y prosperidad social”. Asimismo, la economía digital y la innovación tienen nombre propio y en highlight para las economías más prosperas, porque no hay forma de ser feliz y progresar sin tener un acceso rápido a Internet en condiciones asequibles. Si un país no le ofrece condiciones asequibles de acceso a Internet a sus ciudadanos, pierde mucho: la productividad de los negocios es impulsada en un 10% a través del uso eficiente de datos digitales -¿alguien dijo “big data”?; 65% de los niños de hoy tendrán empleos vinculados con la innovación digital que aún no han sido inventados -¿alguien habló de competencias digitales?-; los países con economías de innovación, diversificados están migrando al “cash less”, donde el 90% de los usuarios de Internet usan banca electrónica y un 80% compran en línea.
En el pasado lustro, el Perú ha experimentado innegables avances en ratios macroeconómicos, pero si le damos doble clic a los mismos, veremos que los efectos realmente radicales aún están ausentes. Se vienen cinco años fundamentales, para un país que se está jugando su pase al club de los grandes. Ese anhelo no debería ser cosmético, ni menos efectista. No deberíamos “modernizar sin modernidad”. En muchos sentidos seguimos siendo pueblerinos –con el perdón de los pueblerinos- y nos estamos perdiendo la posibilidad de vivir plenamente en la “aldea global digital”. Así que para empezar, el nuevo gobierno bien podría trazarse como metas: la apertura de datos digitales, promoción de la convergencia de redes y servicios digitales, inclusión de las llamadas capacidades digitales en los programas nacionales de educación, impulsar el desarrollo de los servicios financieros basados en tecnología como un medio de formalización y finalmente pero no menos importante, definir un modelo de gobernanza de los temas y economía digital. Por ahora lo dejo ahí. Nos vemos en Cancún.
Genial, me encanta que cada vez más referentes se animen a empujar este tema.. me gusto el articulo, siento que me encantó sobre todo
«Ese anhelo no debería ser cosmético, ni menos efectista. No deberíamos “modernizar sin modernidad”. En muchos sentidos seguimos siendo pueblerinos –con el perdón de los pueblerinos- y nos estamos perdiendo la posibilidad de vivir plenamente en la “aldea global digital”. »
Siento que debemos exigir lo mejor que se pueda más calidad y más nivel en los eventos, hackatones y actividades de emprendimiento de base tecnológica y educación tecnológica, no esta mal el marketing y la difusión, ya que ayuda a que más personas tomen conciencia de la oportunidades que nos ofrece la tecnología, pero quedarnos solo en la difusión es el problema, desde mi punto de vista es que todos deberíamos aprender a programar, ya que uno de los componentes más importantes de la tecnología, es el código, los lenguajes de programación, que hoy en día, como lo fue en su momento el Ingles, sin conocer o entender de código en los próximos 5 años podemos volvernos analfabetos digitales frente a otras naciones que ya vienen invirtiendo en sus niños y jóvenes desde las escuelas para que estén más preparados para el mundo tecnológico que también nos tocara vivir, porque en los próximos 5 a 10 años lo más probable es que aun estemos en este planeta cada vez más digital 🙂